viernes, 21 de septiembre de 2012

SILVA RUETE, UN NOMBRE INSEPARABLE DE LA HISTORIA ECONÓMICA POLÍTICA DEL PERÚ


Semblanza

A lo largo de una larga vida que culminó hoy, Javier Silva Ruete estuvo estrechamente ligado al Perú y especialmente a su historia política y económica, de la que fue protagonista principal al asumir importantes cargos en los últimos cuarenta años.

ANDINA/archivo

Entre esos cargos destaca principalmente el de ministro de Economía, del que fue responsable durante los gobiernos de Francisco Morales Bermúdez (1978), Valentín Paniagua (2000) y Alejandro Toledo (2001-2006), tres gobernantes con distintas características y objetivos que, sin embargo, coincidieron al confiarle una de las carteras más importantes del Estado.

Si bien durante el primer gobierno de Fernando Belaunde (1963-1968) fue nombrado ministro de Agricultura a los 30 años, fue en su faceta de ministro de Economía donde Silva Ruete ganó notoriedad y respeto al haber contribuido a cumplir las metas y objetivos trazados para ese despacho en los tres momentos en los que fue convocado.

El propio Silva Ruete comentó en entrevistas que Morales Bermúdez lo convocó especialmente para ayudarle a preparar la transición democrática después de once años de dictadura militar.
Asimismo, Valentín Paniagua no encontró economista más idóneo que él para sentar las bases del desarrollo económico peruano en democracia tras la caída del régimen de Alberto Fujimori.

A su turno, Alejandro Toledo, volvió a convocarlo para que desde el Ministerio de Economía trabaje a fin de consolidar el crecimiento y aprobar las reformas que el país necesitaba en ese momento.
Silva Ruete ganó notoriedad como un ministro efectivo, al reducir procesos inflacionarios, corregir el déficit fiscal y promover las exportaciones.

Nacido en Piura, el 17 de septiembre de 1935, tuvo una prolífica carrera profesional y política que también extendió al sector privado y a organismos internacionales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional, entre otros, donde asumió importantes responsabilidades.

Amigo y compañero de estudios del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa en el colegio Salesiano de Piura, Silva Ruete destacó en esa época por su vocación de estudio y preparación.

“Éramos amigos de toda la vida. Fuimos compañeros en el colegio Salesiano en quinto de primaria. Fue una amistad constante, íntima, en la que compartimos mil aventuras”, dijo Vargas Llosa a RPP desde Estados Unidos.

La amistad con el famoso escritor le valió incluso el honor de ser incluido como personaje en varias de las novelas de Vargas Llosa como la Casa Verde, La tía Julia y el escribidor y en el libro de memorias El pez en el agua, entre otros.

Según el propio Vargas Llosa, fue Silva Ruete quien le enseñó a decir “malas palabras” en Piura, aunque el aludido siempre dijo no recordar esos pasajes de su niñez, lo cual no le impedía celebrar esa versión con sonrisas.

Silva Ruete, también entró activamente a la política, al ser elegido en 1985 como Senado de la República por la alianza PAP-SODE.

Autodefinido como un “hombre galante” y de vida reposada, hasta los antagonistas reconocían en él a una personalidad carente de ambiciones políticas y cuya principal motivación era contribuir con el desarrollo del Perú.

En los últimos años su salud decayó y fue sometido a una operación al corazón de la que supo reponerse a tiempo.

Sin embargo, finalmente el cáncer de pulmón le ganó la partida y hoy perdió la vida en medio del calor de su familia y del pesar de sus amigos, familiares y contemporáneos.

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