jueves, 7 de marzo de 2013


Neurociencias y educación (falsas implicancias) 2013

MITOS SOBRE LA NEUROCIENCIA Y EDUCACIÓN
Por León Trahtemberg 

Una reciente investigación hecha en Estados Unidos publicada en la revista “Mind, Brain, and Education” mostró que casi el 90% de los profesores consideran relevante para la planificación educativa el conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro. Ocurre que hay una tendencia en articulistas y pedagogos a atribuir a  los hallazgos de la neurociencia una serie de implicancias pedagógicas directas,  asumiendo que los hallazgos que se van produciendo en la investigación neuro científica tienen una relación directa con la educación, lo cual deslumbra a los educadores pero no es científicamente cierto. 

Hay una serie de mitos sobre las aplicaciones de la neurociencia a la pedagogía  que no tienen ninguna consistencia con la realidad científica. Por ejemplo el mito de que escuchar música de Mozart puede aumentar la inteligencia, que los masajes en los pies pueden ayudar a los alumnos indisciplinados, que el aceite de pescado puede aumentar el poder del cerebro, e incluso la idea de que el respirar por la fosa nasal izquierda puede mejorar la creatividad. Por ello es importante el artículo que Sergio Della Sala (U.de Edinburgh, GB) y Mike Anderson (U. de Australia Occidental) publicaron en el blog http://blog.oup.com/2013/01/neuroscience-education/ poniendo los puntos sobre la íes. 

Della Sala y Anderson sostienen que la neurociencia ofrece una contribución  inestimable para evaluar, diagnosticar, gestionar y quizás detectar patologías, incluyendo patologías del aprendizaje en los niños y adolescentes. Sin embargo, la neurociencia, como tal, hasta ahora tiene poco que ofrecer a la educación cotidiana. En cambio, la disciplina que tiene más que ofrecer es la psicología  cognitiva, y de allí es de donde viene un poco de lo "bueno" que los científicos podrían dotar con educación.

Citan para el caso algunos de los hallazgos de la cognición que son sólidos y contra-intuitiva, como por ejemplo, la práctica de recuperación de datos (almacenados en la memoria) que ha demostrado su eficacia en la mejora del aprendizaje de los alumnos. 

No se trata de ignorar algunas innovaciones educacionales derivadas de la evolución neuro científica. Por ejemplo entender que aprender y recordar lo aprendido funciona mejor a través de varias pruebas frente a la práctica habitual de tomar en una sola prueba todos los contenidos que deben estudiarse concentradamente para un examen. Al lado de ello hay también ejemplos de  malas aplicaciones de teorías sobre el aprendizaje de la lectura en los niños, la llamada teoría de doble vía, que ha sido caricaturizado y mal aplicado en la educación para justificar una postura ideológica de los profesores prefieren la lectura holística en lugar de la fonética. La teoría de doble vía dice que la lectura de una sola palabra se puede lograr a través de la hoja de ruta dada por la lectura fonética (silábica) o a través de la ruta directa del reconocimiento visual de las palabras completas (holística). No dice que ambos son igualmente eficaces para enseñar a leer a los niños a leer. De hecho, hay estudios que demuestran que la fonética es un método más eficaz; sin embargo, se insiste en el enfoque holístico de aprendizaje de la lectura, pese a que hace estragos en muchos niños que no pueden abstraer el sentido de las palabras como unidades completas.

Lo dicho por los científicos pretende dar a entender que la ciencia no es ni debe ser preceptiva, sino más bien debe ofrecer ventanas posibles de conocimiento que pueden o no ser aplicables o pertinentes en contextos específicos, como el salón de clases.  Pero, hay que tener muy presente que no hay recetas para la enseñanza derivadas de modo directo a partir del funcionamiento del cerebro.

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